Sostenibilidad de principio a fin

​​​​​​​Twence cambia a la iluminación LED en la planta de conversión de residuos a energía

En las afueras de Hengelo-Zuid, cada año se da un nuevo destino a toneladas de residuos. Mediante la incineración, la separación y el compostaje, se extrae energía y materias primas que vuelven al servicio de la sociedad. Con el calor que se libera durante la incineración, Twence genera suficiente energía para abastecer de electricidad a la mitad de las viviendas de Twente (región del este de los Países Bajos). Para garantizar la continuidad de todas las plantas, los operarios realizan rondas de inspección periódicas en las instalaciones, por lo que una buena visibilidad es importante. Para cambiar la iluminación fluorescente por LED, Twence contó con la ayuda de itsme.​​​​​​​

Con los años, Twence se ha convertido en una figura destacada de la economía circular en el este de los Países Bajos. Cada año procesa 989.800 toneladas de residuos y los convierte en 484.000 megavatios de electricidad y 675.000 megavatios de suministro de calor. Y además, esto también se traduce en más de 200.000 toneladas de productos y materias primas rentables, como abono de alta calidad y metal reciclado. Bert Arends, coordinador de instalaciones y responsable de la gestión de contratos en las licitaciones de iluminación, fue uno de los 72 empleados que empezaron a trabajar en la entonces flamante sede en 1996. Desde entonces, este mismo equipo de Twence ha crecido hasta los 244 empleados. Y cada uno de ellos es muy necesario, teniendo en cuenta las diferentes instalaciones de tratamiento de residuos que se encuentran en este extenso emplazamiento, entre ellas una planta de energía de biomasa y una instalación VGF.

Para incinerar los residuos domésticos y comerciales, Twence dispone de una planta de conversión de residuos a energía con tres líneas de residuos. El Departamento de Servicios Técnicos realiza rondas de control para inspeccionar la instalación y lleva a cabo reparaciones para que este proceso continuo —las incineradoras queman las 24 horas del día, los siete días de la semana— funcione sin problemas y con seguridad. Todo ello requiere una iluminación adecuada y fiable. 
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Necesidad de sustituir la iluminación

«Cuando se sustituyen las lámparas fluorescentes, ocurre cada vez más a menudo que las cubiertas de las luminarias se rompen», dice Bert. «Como los plastificantes se disuelven con los años, las cubiertas se vuelven frágiles y se rompen. Las piezas de repuesto, como esas cubiertas, resultan casi imposibles de conseguir». Por lo tanto, Twence decidió sustituir todas las luminarias de las líneas 1 y 2 de la planta de producción de energía a partir de residuos. Para el suministro de las luminarias, Twence recurrió a la ayuda de itsme, que desde hace años es uno de sus proveedores habituales de material electrotécnico. La empresa de instalación Croonwolter&dros, miembro del grupo TBI, se encargó de la sustitución y la conexión. Y con unas 2.700 luminarias resultó ser un trabajo considerable. 
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Sin embargo, pronto se pusieron de acuerdo con la marca. «SCHUCH cumplía con nuestras exigencias en cuanto a la prevención de la contaminación por armónicos superiores de la red. Esto puede tener consecuencias desagradables, como la sobrecarga de los cables de alimentación y el accionamiento inexplicable de los disyuntores automáticos. Además, estas luminarias son las que mejor se adaptan a la situación existente en cuanto a sistema de instalación. Y en mi dilatada práctica he tenido buenas experiencias con ellas. La misma marca y tipo de lámparas SCHUCH también cuelgan en la central de biomasa. Y allí nunca se avería nada», dice Bert. Charles Horck, que, como gestor de cuentas en itsme, supervisó todo el proyecto de principio a fin, explica que los productos de SCHUCH son importados en los Países Bajos por Hateha. «itsme ya ha colaborado estrechamente con Hateha en varios proyectos, en los que siempre ha primado la calidad de los productos innovadores», explica.

«Al realizar consultas periódicas, pudimos garantizar una entrega rápida en todo momento»

El entorno en el que se van a colgar las lámparas también juega un papel importante. «Tenemos que lidiar con la suciedad, y aquí las condiciones nunca son constantes. No hay más que ver las grandes diferencias de temperatura. Todo esto afecta a la vida útil de las lámparas. Las luminarias de SCHUCH son las que mejor se adaptan a esta diversidad de temperaturas ambientales y, al mismo tiempo, ofrecen el mejor rango de temperaturas», explica Bert.

Ventajas más que suficientes

Para garantizar un proceso fluido, Twence, itsme y Croonwolter&dros Installation Technique se reunían regularmente. «Manteniéndonos mutuamente informados sobre lo que quedaba por hacer, conseguimos mantener el stock de luminarias en el nivel adecuado», dice Charles. «Y con estas cantidades, la consulta periódica era muy importante, para poder hacer los ajustes oportunos en caso necesario. Esto nos permitió garantizar una entrega rápida de uno o, como mucho, dos días en todo momento».

«No tuvimos ningún trabajo extra. Eso significa que lo organizamos todo muy bien»

Mientras tanto, casi todo está instalado. Gracias a la mayor vida útil de los LED, las luminarias tan solo se tienen que sustituir al cabo de ocho años, suponiendo que las lámparas estén encendidas las 24 horas del día. Y como los LED son más económicos que las lámparas fluorescentes, Twence también ahorra 60.000 euros al año. «Fue un proyecto positivo y, en parte gracias a la cooperación, todo salió muy bien. En cuanto a nosotros: ¡a por el siguiente proyecto!», dice Charles, echando la vista para atrás. 

¿Y cuál es la experiencia de Bert con la nueva situación? «El nivel de iluminación es mucho mejor. Y lo que es igual de importante para nosotros: todo ha ido bien y sin problemas. itsme es uno de nuestros proveedores habituales. Todo fue bien entre nosotros, de modo que no tuve que estar siempre presente cuando itsme se reunía para hablar con el instalador. No hubo ninguna queja, lo que significa que nosotros mismos no tuvimos ningún trabajo extra con ello. Y eso significa que lo organizamos todo muy bien». 
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​​​​​​​​​​​​​​En Twence, los residuos no son una fase final, sino que constituyen una fuente renovable de energía y materias primas. La incineración genera calor que se convierte en electricidad y energía térmica. Esta energía térmica se utiliza en la calefacción de las ciudades y se aplica parcialmente como vapor en el ámbito industrial. Algunos materiales, como los plásticos, los metales y el papel, son reciclables. Las llamadas cenizas de fondo de horno, las que quedan después de la incineración, se purifican y se destinan a la construcción de carreteras y vías fluviales. Incluso hay una planta especial de captura de CO2. Una vez procesado, el CO2 recuperado se utiliza, entre otras cosas, como agente de crecimiento para verduras y frutas en la horticultura de invernadero. Además, la organización cuenta con una instalación VGF y una planta de energía de biomasa en la que se genera electricidad 100% verde.

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